“Vivo en un pueblo vivo
que trabaja, goza y resiste
yo soy de Río Piedras
con mucho orgullo, ¡me oíste!
yo soy de Río Piedras
como el roble echo raíces”
¡Escúchala aquí!
Río Piedras: Orígenes y Desarrollo
Los orígenes de Río Piedras se remontan al siglo XVIII en un poblado llamado El Roble que estaba localizado entre el Río de las Piedras y la Quebrada Juan Méndez. El Roble era la intersección ecológica, comercial y social de espacios diversos.
En 1823, Río Piedras nace como pueblo con plaza y ayuntamiento. A lo largo del tiempo, se construyó un camino sólido entre San Juan y Río Piedras, el primer templo dedicado a la Virgen del Pilar en lo que es actualmente la Plaza de Recreo, la Casa del Rey y se preparó el Camino Real entre Río Piedras y Caguas. Más que un vecino o traspaís de San Juan, Río Piedras se desarrolló como el enlace entre la ciudad murada, el interior de la isla y la costa. Río Piedras era el umbral del país.
En Río Piedras se producía caña de azúcar, casabe, algodón, café y otros frutos. La pesca y la cacería en el río, quebradas y vegas fue importante en los primeros tiempos; en los alrededores, las fincas combinaban el cultivo de caña con la ganadería.
EL CENTRO URBANO RIOPEDRENSE
El centro urbano de Río Piedras es un espacio intenso y heterogéneo ubicado entre el expreso Piñero, la 65 de Infantería, la avenida Muñoz Rivera, la quebrada Juan Méndez y se extiende hacia las comunidades de Venezuela y Buen Consejo al sur.
En pleno centro del área metropolitana, Río Piedras fue sede del municipio de Río Piedras hasta el 1951 cuando este se incorporó al municipio de San Juan. Río Piedras, la Ciudad Universitaria, tiene una larga y rica relación con el principal centro docente del país: la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Cómo está organizado Río Piedras
En Río Piedras nos organizamos y trabajamos juntxs.
Aquí las comunidades mandan.
La Junta Comunitaria del Casco Urbano de Río Piedras está implementando actualmente un modelo de participación ciudadana. Sabemos que esto conlleva tiempo pero ¡no le vamos a bajar!